El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Mat. 13:33 “En la parábola del Salvador la levadura se usa para representar el reino de los cielos. Ilustra el poder vivificante y asimilador de la gracia de Dios... La gracia de Dios debe ser recibida por el pecador antes que pueda ser hecho apto para el reino de gloria. Toda la cultura y la educación que el mundo puede dar, no podrán convertir a una criatura degradad por el pecado en un hijo del cielo. La energía renovadora debe venir de Dios... Como la levadura, cuando se mezcla, obra desde adentro hacia afuera, tal ocurre con la renovación del corazón que la gracia de Dios produce para transformar la vida... La levadura escondida en la harina trabaja en forma invisible para hacer que toda la masa se halle bajo el proceso del leudamiento; así la levadura de la verdad trabaja secreta, silenciosa, invariablemente para transformar el alma. Las inclinaciones naturales son mitigadas y sometidas. Nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevos motivos son implantados. Se traza una nueva norma del carácter: la vida de Cristo. La mente es cambiada; las facultades son despertadas para obrar en nuevas direcciones... La conciencia se despierta... El corazón de aquel que recibe la gracia de Dios desborda de amor a Dios y a aquellos por los cuales Cristo murió. El yo no lucha para ser reconocido... Es amable y considerado, humilde en la opinión que tiene de sí mismo, y sin embargo lleno de esperanza, y siempre confía en la misericordia y el amor de Dios... La gracia de Cristo ha de dominar el genio y la voz. Su obra se revelará en la cortesía y la tierna consideración mostradas por el hermano hacia el hermano, con palabras bondadosas y alentadoras. Existe una presencia angelical en el hogar. La vida despide un dulce perfume que asciende a Dios como sagrado incienso. El amor se manifiesta en la bondad, la gentileza, la tolerancia y la longanimidad. El semblante cambia. Cristo que habita en el corazón, brilla en el rostro de aquellos que le aman y guardan sus mandamientos... Y mientras se efectúan estos cambios, los ángeles rompen en himnos arrobadores, y Dios y Cristo se regocijan sobre las almas transformadas a la semejanza divina”. Dios nos Cuida: 223
COMO VENCER LA ENVIDIA
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"Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." 1Corintios 10:24. Al llegar de la escuela, la niñita entró corriendo en la cocina, agitando una hoja de papel en la mano. "Mira la mariposa, es la más linda del mundo y es para ti." Mientras la madre terminaba los detalles del almuerzo, la niñita no paraba de hablar un minuto y quería que su madre vea la mariposa. La señora se secó las manos en un paño y se inclinó para observar el dibujo: "Está linda", admitió, más para satisfacer a la hijita que expresando realmente lo que sentía. "¿Dónde aprendiste a dibujar de esa manera?". "No fui yo, mama, fue mi compañera, ella es la mejor dibujante del mundo. Le pedí que haga una mariposa para ti." Habiendo dicho esto, la niña salió al patio para jugar, dejando a la madre sin saber que decir ni como reaccionar. ¿Alguna vez pensaste porque Jesús dice que si no fuésemos como niños no entraremos al reino de los cielos? Los niños son puros en su manera de actuar. ¿Tú y yo seríamos capaces de alegrarnos con el éxito de otros? Mi pregunta es: "¿cómo deberíamos reaccionar ante el éxito de otros? Todos sabemos perfectamente cual debería ser la respuesta correcta. Todos sabemos lo que Jesús enseño. Todos sabemos como el cristiano debe reaccionar. Pero La pregunta es si a pesar de todo lo que conozco en la teoría, soy capaz de alegrarme con el éxito de otras personas. La envidia, tiene la propiedad de deformar la realidad, el poder de envenenar el alma. El ser humano, llevado por los celos, pasa a ver cosas que no existen y paulatinamente comienza a creer en aquello que imagina. Allá en el fondo de su ser, sabe que ese sentimiento esta equivocado. Entonces, para justificar el sentimiento que no puede sacar del corazón, generalmente pasa a acusar. ¿Tiene Dios el remedio para ese tipo de mal? Claro que lo tiene, y la respuesta es Cristo. A medida que lo contemplamos diariamente, a medida que meditamos en los rasgos maravillosos de su carácter y convivimos con Él, permitiendo que su Espíritu habite en nosotros, controlando voluntariamente nuestras decisiones y santificando nuestra voluntad pecaminosa, veremos de manera casi imperceptible cada día su carácter, reproducido en nuestra vida. Hagamos de este día, un día de comunión con Jesús. Partamos hacia las luchas de ésta vida con la seguridad que Jesús no se quedó en casa, sino que es una presencia real y personal a lo largo de todas las circunstancias que este día pueda presentarnos.
COMPAÑEROS DE SUEÑOS
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Compañeros de sueños devocional
Mateo 18:19. Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.
Todos necesitamos compañeros de sueños. ¿Alguna vez, procuraste conseguir un grupo pequeño de amistades, donde pudieras compartir no solo cosas superficiales, sino confesar tus pecados y virtudes como tú las entiendes? No es fácil, pero debemos intentarlo. Tengo algunos amigos con quienes puedo pensar en voz alta. Ellos no me llaman Pastor Lucas, no me dicen Ministro Lucas, me llaman por nombres que solo ellos pueden usar. Estos amigos me corrigen y me ayudan a mejorar. Cuando me dan una opinión diferente a la mía, no me siento amenazado porque sé que me aman.
Al mirar algunas especies de pájaros puedes notar que arman una «V» cuando vuelan largas distancias. Algunos biólogos han estudiado este comportamiento y han descubierto que al hacerlo los pájaros pueden volar hasta un setenta y un por ciento más rápido que cuando lo hacen solos y también han observado que cuando el pájaro que está al frente se cansa, cambia de lugar con otro. Un detalle más, los de atrás gritan animando a la formación. ¡Increíble! Ellos saben trabajar en equipo.
Conozco líderes que han fracasado, porque no han aprendido a trabajar en equipo. Esto no es fácil, al principio cuesta. Cuando era más joven me rendía con facilidad. Después entendí que aunque era un proceso que me demandaba un esfuerzo extra, después tendría mucho más frutos que trabajar solo.
Debes recordar el propósito de trabajar en equipo aunque esto sea difícil para ti. Es probable que pienses: «Yo ya soy así, no puedo trabajar en equipo», reacciona o esta decisión te llevará al fracaso. Todos podemos trabajar en equipo porque fuimos diseñados para eso. Piensa en tu familia como un equipo que debe lograr el éxito y la relación con tus padres seguro cambiará. Piensa en el grupo de jóvenes de tu iglesia como un equipo y seguro que alcanzarán más metas. Piensa en alguien con quien hasta ahora no pudiste trabajar, ¿qué cosas debes cambiar?
Punto de reflexión ¿Cómo sería el compañero ideal de tus sueños? ¿Dónde es más seguro encontrar a un buen compañero?
Audiencia con el Rey Señor, dame compañeros de sueños y hazme alguien que sepa ayudar a otros a cumplir con los suyos. Te pido que me des personas especiales para que pueda compartir mis anhelos más profundos y me ayuden a desarrollar todo mi potencial.
COMUNICARSE EN FAMILIA TIENE SU CHISTE
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No hay nada como una comunicación clara y sana para que las relaciones familiares marchen sobre ruedas. ¿Qué tal anda tu familia en este aspecto? Si crees que a veces se presentan situaciones parecidas al “teléfono descompuesto” u otro tipo de malentendidos, conviene que revises estas cuatro reglas para comunicarse de la mejor manera.
-Compartan todo. Ser capaces de expresar todos sus sentimientos, tanto aquellos de amor y aprecio como los de resentimiento y tristeza, es el mejor camino para comunicarse abiertamente en familia. Para lograrlo es muy importante que estemos conscientes de que nadie es perfecto; es decir, ser tolerantes. Si practican esta técnica de abrirse ante los demás, descubrirán que los momentos que comparten en familia son como un oasis entre la avalancha de problemas y sinsabores cotidianos. Allí podrán llegar y olvidarse del mundo por un tiempo.
-Tengan opinión propia. No acostumbres a tus hijos a que alguien más explique por ellos lo que sienten y piensan. Si lo haces, no aprenderán a tener opiniones, y mucho menos serán capaces de expresarlas en la vida diaria. Fomenta el que, en tu familia, cada quien hable por sí mismo y defienda su punto de vista. Por supuesto, esta libertad de expresión no debe interferir con la disciplina que prive en tu casa. Tampoco deben estar de acuerdo todos con las opiniones de los demás.
-Permitan la libertad de expresión. Las discusiones familiares en las que se permite opinar y compartir pensamientos democráticamente, ayudan a los niños a aprender las herramientas necesarias para alcanzar sus metas en la vida. El pensamiento crítico es un proceso que debe aprenderse en el seno familiar.
-Respétense. Es lógico que, mientras más nos sentimos tomados en cuenta, más fácilmente podemos comunicarnos en familia. Tratar a los demás siempre con respeto, aunque no estemos completamente de acuerdo con lo que sienten o piensan, es muy benéfico. Nadie debe sentir que no es importante en la familia. Vigila que no se presente este problema en los hermanos menores, quienes son los más vulnerables. Dedícales un poco más de tiempo a los niños pequeños, pues todavía no tienen el vocabulario ni la rapidez de expresión de los miembros mayores
DESANIMO
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devocionales
“Venid, vosotros solos, a descansar un poco a un lugar apartado.”(Marcos 6:31)
“El Señor es mi pastor, nada me falta. Me hace descansar en verdes pastos, me guía a arroyos de aguas tranquilas, me da nuevas fuerzas.”(Salmo 23:1-3a)
Hay veces que el ministerio parece no tener sentido. Hay ocasiones en que uno piensa que no vale la pena servir al Señor. Paso por momentos en que me pregunto si todo el desgaste físico, intelectual, emocional y espiritual de invertir mi vida en la vida de los jóvenes y adolescentes sirve para algo. ¿Habría realmente alguna diferencia si no lo hiciera?
Hay razones objetivas para sentirme así. En muchos jóvenes no veo el crecimiento que me gustaría observar. Hace años que trabajo con algunos de ellos y, en ocasiones, da la sensación de que como los cangrejos, van hacia atrás en vez de ir hacia delante. Los hábitos básicos de la vida cristiana, aquellos que les permitirían crecer y llegar a ser cristianos maduros y producir un impacto en su contexto, no los tienen desarrollados. Todavía les falta disciplina para orar, leer la Biblia, caminar bajo el control del Espíritu.
En otros casos veo una inmadurez asombrosa. Sus planteamientos ante la vida, sus actitudes, sus valores, sus reacciones, no son las propias de alguien que afirma conocer al Señor y confiar en Él. No dudo –mejor dicho, en ocasiones, sí dudo- de su fe, pero veo que esta tiene tan poco impacto en su vida cotidiana.
Hay un grupo que huye de todo tipo de compromiso. Nunca puedes contar con ellos para nada. Nunca tienen tiempo para ningún tipo de servicio o ministerio. Viven centrados alrededor de ellos mismos, de sus necesidades y sus intereses. Parece como si el servicio, el amor sacrificial por los hermanos, la sensibilidad hacia las necesidades de cristianos o no cristianos no fuera con ellos. Son hedonistas, se mueven por el placer y la gratificación, escapan rápidos de cualquier cosa que no gratifique sus sentidos.
Hay días que me siento en mi oficina y me doy cuenta que los jóvenes no han cumplido las expectativas que yo me había formado con respecto a ellos, no dan la talla, no son el tipo de jóvenes y adolescentes que yo deseara que fueran.
¿Será este cansancio y desánimo fruto de mi necesidad de mi éxito personal? ¿Es posible que me sienta así porque ellos no están contribuyendo a que yo sea un pastor de jóvenes de éxito? Necesito revisar más mis motivaciones. Dios no me ha llamado a tener éxito sino a ser fiel a su llamado. ¿De dónde procede me cansancio, mi desánimo, mi frustración?
No debo olvidar que el cansancio y el desánimo son normales, que forman parte de mi naturaleza humana, que no es un pecado estar desanimado, y que es falso que los buenos cristianos, los buenos obreros son infatigables y nunca caen en el desaliento. Conocer al Señor no nos priva de la realidad que somos seres humanos de carne y hueso. Pero no debo quedarme aquí. El desánimo es humano, cierto, pero Dios me da los recursos para salir adelante.
El desánimo ha de llevarme de vuelta hacia Dios para poder recobrar la perspectiva correcta de las cosas. No puedo ni debo olvidar que Él es el único que puede cambiar las vidas de los jóvenes. Su palabra así lo afirma, el crecimiento viene del Señor. A mí no me ha sido concedido ese privilegio. Puedo animar, retar, ayudar, acompañar, propiciar un ambiente, sin embargo, el Señor se ha reservado el derecho absoluto de producir y generar cambios espirituales y estos, son los únicos que duran, que son permanentes.
No debo olvidar que Dios lidia de forma única y personal con cada joven y adolescente que está en mi grupo. Los ha hecho a todos ellos únicos e irrepetibles –afortunadamente, porque no quiero ni pensar lo que sucedería si hubiera copia de algunos de ellos- y trabajo con ellos de una forma singular. Cada joven tiene su propio ritmo de responder al llamado y las exigencias de Dios. En cada uno de ellos el Señor está cumpliendo su propósito y éste, no siempre, o mejor dicho, en muchísimas ocasiones está más allá de mi comprensión y alcance. Yo no entiendo de qué modo lo que hago con ellos, lo que estoy compartiendo, el ejemplo y el referente que les estoy proveyendo, va a ser usado por Dios para llevar a cabo sus propósitos. No lo sé y estoy seguro de que en muchos casos nunca seré consciente hasta el día en que, en su presencia, todo esto nos sea revelado.
Siempre me pasa lo mismo cuando pierdo mi enfoque y me centro más en las circunstancias que en Dios, viene el desánimo y el desaliento. Necesito recordarme una y otra vez que el Señor es soberano y va cumpliendo sus planes en la vida de cada persona. Necesito descansar en Él y darle gracias por fe por su trabajo en la vida de cada joven.
A veces es muy difícil darle gracias a Dios por la vida de algunos jóvenes. Es un acto de confianza, es un acto de rendición ante la soberanía de Dios ya que no hay ninguna evidencia humana que pueda alimentar nuestra esperanza de que un cambio está produciéndose o puede llegar a producirse. Pero cuando nos enfocamos en Él, recobramos la perspectiva correcta y se renuevan nuestras fuerzas.
MI ORACIÓN
Señor, gracias por poder ser yo mismo. No tengo que fingir, soy humano y, en tantas ocasiones, me desanimo y desaliento porque no veo los resultados que esperaba o no van al mismo ritmo que yo anticipaba. Lo sé que a menudo mezclo mi sentido de valía personal con los resultados y por eso me desanimo. Ayúdame a no olvidar que soy valioso a tus ojos sean cuales sean los resultados. Ayúdame a no olvidar que a mí no me has concedido el poder para cambiar vidas. Ayúdame, por último, a no perder la perspectiva y si esto sucede a recobrarla pensando en tu soberanía, en tu trabajo único y singular en la vida de cada joven.
TU REFLEXIÓN
1. ¿Estás experimentando el desánimo? En caso afirmativo ¿De dónde proviene tu desánimo y desaliento? ¿Qué puede estarlo provocando?
2. ¿Admites como humano el desaliento o eres de aquellos que creen que un cristiano espiritual nunca se desanima?
3. ¿Cómo pueden ayudarte estas reflexiones a combatir el desaliento?
4. Pasa un tiempo de oración. Reconoce tu desaliento y desánimo, es algo humano. Explícale al Señor las razones del mismo. Dale gracias, en fe, por su plan, su soberanía y su trabajo en la vida de los jóvenes y adolescentes que ha puesto bajo tu responsabilidad.
¡DESPIERTA JUVENTUD!
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Uno de los mayores problemas de nuestra juventud cristiana de la actualidad es que pareciera que nos avergonzamos de ser de Cristo. Esto se refleja en el testimonio que damos, ya sea en casa, vecindario, estudio o trabajo. También esto se da en la iglesia, donde vemos gran numero de jóvenes que van a la iglesia para hacer "vida social" o para "pasar un buen rato", a esto se añade el poco tiempo que pasan "a Solas con Dios", y la falta de capacitación en las cosas del Señor. ¡Necesitamos despertar! Nuestro encargo es alcanzar a los perdidos y nosotros los jóvenes tenemos la responsabilidad de evangelizar a la gente de nuestra edad. Es fácil acomodarse y decir "que los demás lo hagan", es fácil postergar el encargo diciendo "todavía hay mucho tiempo para hacerlo"; es fácil eludir la responsabilidad encargada por el Señor. Él nos manda a hacer discípulos, a formar, con nuestro ejemplo, la vida de Cristo en otros. Los grandes cambios en la Iglesia del Señor han sido motivados, muchos de ellos, por la juventud. Pero si nosotros, en vez de volcarnos en nuestros sueños e ideales por ver a nuestra sociedad rendida a los pies de Cristo, nos dormimos, con nosotros se dormirán la esperanza de vida de mucha juventud que pudo ser ganada para Cristo. Despierta juventud y mira que hoy más que nunca "los campos están blancos para la siega". ¡Dejemos de dormir, dejemos de pensar en nosotros mismos, dejemos de criticarnos los unos a los otros, mas bien lancémonos, por amor de Jesucristo, a alcanzar a los perdidos!
devocional
Gálatas 6:9. A su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Peor que muchos fracasos son pocos intentos. Así dijo Thomas Alva Edison el inventor de la lámpara eléctrica luego de 1200 experimentos fallidos. Era el año 1879 y Thomas ya había invertido $40,000 (una millonada en aquel entonces). Había probado más de 6000 filamentos vegetales tratando de encontrar un conductor de energía, los cuales habían sido enviados de países lejanos, y todavía todo parecía ser un fracaso. Hasta ese entonces las ciudades, las casas, las calles y las noches eran densamente oscuras. Era obvio que la gente que escuchaba acerca del proyecto e incluso sus amigos pensaran que era imposible. Hacía cincuenta años que otros científicos daban vueltas acerca del experimento pero todos terminaban abandonando la idea. Varias veces Edison había reunido a varios personajes importantes para ver el gran acontecimiento y todo el tiempo terminó avergonzado. Sin embrago Edison siguió y siguió con la idea fija. Un día Edison decidió que el filamento apropiado tenia que ser de algodón carbonizado y arregló todo para probarlo el 21 de octubre de 1879. El voltaje fue aplicado a las terminales y de a poquito una tenue luz naranja fue emergiendo del frasco de vidrio. Trece horas duró la luz de esa primera lámpara eléctrica. Para cuando Thomas Alva Edison murió, el mundo entero sabía acerca de la luz eléctrica y miles de ciudades ya estaban completamente iluminadas de noche. En una ocasión se le preguntó acerca del secreto de su éxito. Edison respondió: «Tenemos que aprender que es bueno fracasar. El genio es 1 % inspiración y 99% transpiración». Bajo el nombre de Thomas Alva Edison fueron patentados 1093 inventos de los cuales la mayoría todavía usamos o fueron la base para crear otros avances tecnológicos.
Punto de reflexión
Uno por ciento inspiración, noventa y nueve por ciento transpiración. ¿Cómo reacciono ante los fracasos?
Audiencia con el rey
Señor, quiero mantener una actitud positiva pese a los aparentes fracasos. Dame la fuerza para no rendirme y la convicción para ir por mi futuro con mucha transpiración.
ES BUENO O ES MALO
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Viajar con Josh McDowell por América Latina llevando el mensaje de la campaña ES BUENO O ES MALO me ha ayudado a ver la gran necesidad de alcanzar a nuestra juventud yendo un paso más allá. (Ahora te explico).
Le preguntamos a miles de jóvenes en toda América Latina: Si hubiera una situación en tu vida en la que al mentir podrías salirte de la circunstancia..... ¿Mentirías? La mayoría de ellos dijo sí. ¿Luego les preguntamos si creían que el mentir era malo? La misma mayoría dijeron que sí. ¿Ves un problema entre la juventud de hoy? La mayoría dijo que mentiría y la mayoría dijo que creen que la mentira es mala. Esto huele a contradicción!!! Los jóvenes no ven relación entre lo que creen y lo que hacen. ¿Será posible que la mayoría de jóvenes en nuestras iglesias tengan creencias, pero no convicciones?
Le preguntamos a los jóvenes mas espirituales de las iglesias (escogidos por el pastor) si creían que matar era malo........todos dijeron que sí. Y cuando les preguntamos por qué era malo matar.... me creerías si te digo que estas fueron sus respuestas: 1. Algunos dijeron: "El matar es malo porque mis padres me enseñaron que es malo." Entonces esto quiere decir que el matar es bueno porque mis padres así me enseñaron que era bueno. Nada es bueno o malo porque mis padres me enseñaron. 2. Otros dijeron: "El matar es malo porque mi pastor me enseñó que es malo." Entonces acabamos de justificar toda secta religiosa, porque el pastor de mi secta me dijo que ellos tienen la verdad. Nada es bueno o malo porque mi pastor me enseño. 3. Qué tal esta? "El matar es malo porque la Biblia dice que es malo." Si, PERO por qué dice la Biblia que el matar es malo? Fueron muy pocos pero muy pocos los jóvenes que pudieron contestar.
Les hemos enseñado solamente legalismo a nuestros jóvenes si únicamente les hemos dicho lo que es bueno y lo que es malo basado en los mandamientos de Dios. Déjame explicar. La Biblia afirma lo que es bueno y lo que es malo, pero no dice por qué algo es bueno y algo es malo. En otras palabras no es suficiente darles una lista a nuestros jóvenes de las cosas que son buenas y las cosas que son malas basadas en la Biblia. ES NECESARIO IR UN PASO MAS ALLA Y ENSEÑARLES POR QUE LA BIBLIA DICE QUE CIERTAS COSAS SON BUENAS Y POR QUE LA BIBLIA DICE QUE CIERTAS COSAS SON MALAS. Hoy en día la cultura juvenil no reenforza los valores que le enseñamos a nuestros jóvenes en la iglesia, su música no reenforza lo que les enseñamos, sus amigos tampoco, su familia tampoco y mucho menos su gobierno. Nuestros jóvenes no sobrevivirán si no les enseñamos por qué algo es bueno o malo. Usando tres palabras que inician con la letra "p" Josh McDowell nos explica en su libro "Es Bueno o Es Malo," (Casa Bautista de Publicaciones) como enseñarle a nuestros jóvenes el por qué algo es bueno o malo. El Precepto o mandamiento dice "no matarás," basado en el Principio de la santidad de la vida, pero por qué existe el precepto y el principio? Si dejamos nuestra enseñanza allí estamos enseñando legalismo. Aquí esta la clave. Detrás de todo precepto hay un principio y detrás de todo principio esta LA PERSONA de Dios. Es la persona, carácter y naturaleza de Dios la que determinan por qué algo es bueno o malo. (Explico.) El matar no es malo porque mis padres me enseñaron o porque mi iglesia o pastor me enseñaron o porque la Biblia dice. El matar es malo porque Dios Es La Vida. Entonces el mentir es malo no porque mis padres me enseñaron o porque mi iglesia o pastor me enseñaron o porque la Biblia dice. El mentir es malo porque Dios Es La Verdad. Ya tienes la idea? Es muy importante que nuestros jóvenes conozcan al Dios de la Biblia y no sólo que conozcan los preceptos y principios bíblicos. Nuestros jóvenes tienen que poder ver la persona, carácter y naturaleza de Dios en cada decisión que tomen. Uno de los retos más grandes al pastorear a nuestros jóvenes es ayudarlos a conocer a Dios personalmente y no solo seguir una lista de leyes y reglas. Nota: Creemos en la autoridad e infalibilidad de la Palabra de Dios. La Palabra de Dios tiene el poder de cambiar vidas siempre y cuando haya una relación con el Dios de la Biblia. Nuestro llamado principal es conocer a Dios y darle a conocer.
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