Ministerio Juvenil Cristiano Generacion De Los Ultimos Tiempos: Propositos

¡Bienvenido!

El propósito de Generacin DE los ultimos tiempos es ofrecer los mejores recursos y entrenamiento a quienes ministran a la juventud.

Algunos valores que definen quienes somos:

Las personas son más importantes que los programas

No hay una sola manera de lograr un ministerio efectivo

La fidelidad es más importante que los resultados

Quienes somos en lo secreto siempre repercute en quienes somos en lo público

Experimentar a Dios es más importante que enseñar acerca de Dios

Sin la gracia de Dios la vida cristiana es imposible

Las preguntas son tan importantes como las respuestas

Un sentido del humor sano es esencial

No hay realización ni seguridad en el ministerio sino en Jesús.

Los jóvenes no son vasos que se llenan sino fuegos que se encienden

El crecimiento espiritual no es matemático

Los jóvenes y adolescentes ya están listos para el servicio

Jugar con Fuego

fósforo que encendían, mayor era la exaltación. El pequeño chisporroteo inicial, y luego la llamita amarillenta, hacían brillar los ojos. Para los cuatro niños era un juego apasionante. A fin de aumentar el efecto, los niños se metieron en el guardarropa grande del dormitorio de los padres. La oscuridad hacía brillar más la luz de los fósforos, y allí encendieron los cerillos. En muy poco tiempo ocurrió lo inevitable. El fuego pasó a la ropa colgada y pronto todo estuvo envuelto en llamas.

Nada me Faltará...

El pastor se acerca al redil temprano por la mañana. Abre las puertas del corral y las ovejas lo siguen gustosas, porque conocen la voz de su pastor. Comienza a desaparecer el rocío de la mañana mientras el pastor elige los pastos más delicados para su rebaño. Al mediodía comienzan a acercarse a orillas de un arroyuelo, guiados por su pastor, siempre vigilante y listo defender a sus ovejas de alguna fiera del monte. Sin duda alguna, la imagen de un amante pastor y su rebaño, es una de las más apropiadas para comprender el amor de Dios hacia nosotros. En el salmo 23, David inicia de una forma tan sencilla, pero a la vez tan profunda: “Jehová es mi pastor, nada me faltará” (salmo 23:1). Este texto nos muestra una verdad sublime, pero a su vez una gran admiración por parte de David. El salmista dice: “Jehová es mi pastor”; denota un sentido profundo de pertenencia. No debemos dejar de recordar que somos de Dios, que pertenecemos a El y que nos cuida como a la niña de sus ojos. Y esto porque fuimos comprados por sangre por Jesucristo cuando dio su vida por nosotros en la cruz del calvario. Ahora tratemos de entender el comportamiento de las ovejas. No son muy inteligentes; son sucias, tímidas, se pierden, se lastiman con facilidad, son frágiles y delicadas. En otras palabras, las ovejas no podrían vivir sin su pastor. Por otra parte debemos comprender también el papel que juega el pastor en esta situación. El pastor suple las necesidades de sus ovejas. Por si solas las ovejas se enredan en los arbustos y pastizales, pero el pastor las lleva a “lugares de delicados pastos” (vers. 2). Las ovejas se asustan de las aguas turbulentas, pero el pastor provee “aguas de reposo” (vers. 2). Las ovejas se cansan y se pierden con facilidad, pero el pastor las conforta y las “guía por senda justicia” (vers.3). El pastor les provee protección y aunque tengan que pasar por “valle de sombra o de muerte” el pastor está dispuesto a cuidarlas con su vara su callado. El pastor proporciona descanso, refrigerio, alimento, renovación, compañerismo, dirección, liberación del temor, consuelo, seguridad y victoria sobre el enemigo. Sin embargo como seres humanos con mente y pensamientos finitos podemos decir que el ser humano pasa por necesidad. ¿Cómo se puede decir que “nada me faltará” cuando vemos escasez en el hogar?; o ¿Cómo decir “nada me faltará”, cuando en este año perdí a un ser querido? O cuando miro el ropero, el refrigerador o cuando meto mi mano al bolsillo para sacar unas monedas y tomar la micro y lo encuentro vacío, ¿Cómo creer que “nada me faltará”? Tenemos un Padre celestial sabio y amoroso, que escucha las oraciones de sus hijos. Pero no les da siempre lo que ellos desean. Retiene lo que ve que no sería para su bien. No obstante, les otorga todo lo que necesitan. Dios nos da todo lo necesario para el crecimiento en su gracia. Dios nos da todo, absolutamente todo lo que no es necesario. Cuando Dios nos regala bendiciones es porque es un Padre amante que nos entrega muchas veces más de lo que podemos necesitar. Pero no olvidemos nunca que nuestro pastor, nuestro padre, nuestro Dios, está dispuesto a suplir nuestras necesidades. Así como el pastor dirige a las ovejas por “sendas de justicia” (Sal. 23:3) aunque la oveja no comprenda hacia donde se dirige, así también Dios desea dirigirnos a nosotros por el camino de la vida, “por amor de su nombre” (vers. 3). Nuestro pastor no nos dejará faltar nada que realmente necesitemos. ¿Estás dispuesto a decir hoy, “Jehová es mi pastor”? ¿Estás dispuesto a permitir que çel dirija tu vida, al igual que la dócil oveja sigue confiadamente al pastor? Si lo haces así, puedes tener la plena seguridad del cuidado y la protección de Dios, y puedes decir junto al rebaño: “Nada me faltará”. Autor: Nibaldo Chávez. Estudiante de Educación Física (Univ. de la Frontera)

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